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El derecho a un aborto seguro y acompañado

El derecho a un aborto seguro y acompañado

El anuncio del Presidente Gabriel Boric sobre la presentación de un proyecto de ley de aborto legal generó reacciones inmediatas en la oposición, abriendo nuevamente un debate que ha estado instalado por años en Chile. Más que llegar prontamente a una ley, lo que se busca es discutir respecto del derecho de las mujeres a decidir sobre sus cuerpos. Aquí hay un problema respecto de la autodeterminación, libertad, y la autonomía como el evento mediante el cual las mujeres son sujetas de derecho, por cuanto pueden decidir qué ocurre con su cuerpo y con sus gestaciones.

¿Por qué es importante hablar de esto? Porque por años en Chile la discusión ha girado en torno a la moral. Ejemplos hay varios. Hace unos días la diputada del Partido Social Cristiano, Sara Concha, calificó al gobierno de asesino tras el anuncio durante la Cuenta Pública. Por su parte, el parlamentario de Renovación Nacional, Eduardo Durán, tildaría la decisión de inconcebible. ¿Por qué los cuerpos femeninos son territorios opinables por parte de estos parlamentarios?

El problema es que acá no existe un problema moral ni religioso. Chile es un país laico desde hace muchos años, la moral individual y de un grupo no debería entremezclarse con una necesidad que tienen las mujeres de vivir la decisión sobre sus gestaciones según ellas determinen. La experiencia comparada de los países en los que se ha despenalizado (o legalizado) el aborto en todas las causas ha sido que, si este es acompañado de un buen sistema de atención en la regulación de fertilidad (dígase de anticoncepción para mujeres, esterilización, vasectomía en los hombres, etc.) los abortos no aumentan, solo se transparentan y estabilizan.

Porque la realidad es que, en Chile, las mujeres abortan con y sin ley. Lo preocupante es que abortan en la clandestinidad y en soledad. Ahi están los riesgoscon de quienes lucran con el aborto las desinformen, las estafen y las dejen expuestas a que los medicamentos que utilicen sean falsificados, que no tengan las dosis necesarias, o que no hayan tenido acceso a la consejería profesional previa para que conozcan cuáles son sus efectos, síntomas normales y de alerta. Si como país no somos capaces de darle una respuesta concreta a las mujeres que deciden abortar, lo seguirán viviendo en abandono, asustadas, y en soledad.

Es importante aclarar que existe una diferenciación entre aborto y nuestra IVE (interrupción voluntaria del embarazo). Las leyes de aborto generalmente establecen un límite gestacional, comúnmente fijado en 12-14 semanas. Hoy en día, varios países reconocen y respetan la libertad individual de las mujeres y su derecho a la autonomía, como Alemania, Bélgica, España, Uruguay, Argentina, Australia y Francia, entre muchos otros.

Cuando hablamos de aborto legal en Chile, estamos hablando del derecho que tiene toda mujer de decidir sobre su cuerpo y que esto no signifique vivir este proceso en abandono por parte del Estado al desconocer su autodeterminación y autonomía como persona.

Las mujeres seguirán abortando, pero dependerá de la capacidad de un país y la voluntad de su sistema político si este camino lo recorren en compañía, apoyadas, reconocidas, respetadas y con la atención de salud que merecen.

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Escrito por

Directora Escuela de Obstetricia y Neonatología de la Universidad Diego Portales.

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